ESPAVÉ inspira a jóvenes en Turbaco

Jóvenes de Turbaco redescubren su territorio gracias al proyecto ESPAVÉ, implementado en el marco de la Iniciativa Climática Internacional (IKI), liderado por el Jardín Botánico de Cartagena.

En Turbaco, Bolívar, estudiantes de seis instituciones educativas participaron en una actividad del proyecto IKI ESPAVÉ que está transformando la manera en que los jóvenes perciben la naturaleza. A partir de hojas secas, semillas, frutos y flores, los estudiantes crearon figuras inspiradas en aves, mariposas y plantas del bosque seco tropical, descubriendo la diversidad que forma parte de su vida cotidiana. Más que un ejercicio artístico, la jornada se consolidó como un espacio de reconexión con el territorio. Al explorar texturas, colores y formas, los participantes identificaron elementos del paisaje que suelen pasar inadvertidos y comprendieron su importancia ecológica. Este acercamiento práctico permitió que cada estudiante representara la biodiversidad local desde la creatividad, fortaleciendo su sentido de pertenencia y su vínculo con el entorno.

La actividad incluyó momentos de conversación y reflexión guiados por el equipo de educación del Jardín Botánico, quienes destacaron el valor de reconocer y proteger los ecosistemas del Caribe colombiano. Para muchos jóvenes, fue una experiencia reveladora que cambió su manera de observar el entorno y les permitió comprender cómo la naturaleza influye directamente en su vida diaria.

Las obras resultantes fueron compartidas con la comunidad escolar, ampliando el alcance del proyecto y promoviendo que más personas se sensibilicen frente a la riqueza del bosque de Turbaco. Realizar estas acciones dentro de los colegios asegura que el impacto sea duradero, las aulas se convierten en espacios donde nace una conciencia ambiental que se fortalece con el tiempo.

Con iniciativas como ESPAVÉ, el Jardín Botánico de Cartagena reafirma su compromiso con la conservación y la educación. Su labor demuestra que trabajar con las instituciones educativas no solo inspira a las nuevas generaciones, sino que también siembra las bases para una relación más respetuosa, informada y activa con la biodiversidad del territorio.