La protección y restauración de lagos, humedales y paisajes asociados es crucial para detener la pérdida de biodiversidad y combatir el cambio climático. Once socios de diez países de la Red de Lagos Vivos se centrarán en el desarrollo de capacidades de los principales agentes implicados en el uso y la gestión de los lagos. Las autoridades locales, las administraciones regionales y la sociedad civil mejorarán sus conocimientos para reducir los efectos negativos de la agricultura, la pesca y el turismo y gestionar mejor los lagos. Los socios desarrollarán técnicas innovadoras, por ejemplo, en el tratamiento de aguas residuales, la renaturalización de paisajes lacustres, la gestión de especies invasoras y la agricultura respetuosa con la biodiversidad como «Iniciativas pioneras». Las experiencias en la ejecución de estos proyectos se difunden a escala regional, nacional y mundial para lograr una mejor aplicación de las leyes de protección de lagos y los planes de gestión, el fortalecimiento de las organizaciones no gubernamentales y su participación en las consultas con las partes interesadas.